X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]

FALSTAFF.- Por mi fe, un hombre de hermosa presencia, corpulento,
aspecto alegre, mirada graciosa, noble actitud; parece tener cincuenta
a�os, o por Nuestra Se�ora! tal vez raye en los sesenta. Y ahora
recuerdo, su nombre es Falstaff. Si ese hombre fuera un libertino, ser�a
para m� una decepción, porque leo, Enrique, la virtud en su mirar. S�,
pues el �rbol puede conocerse por el fruto y el fruto por el �rbol,
declaro perentoriamente que hay virtud en ese Falstaff; cons�rvalo,
destierra el resto. Dime ahora, inicuo bribón, dime, dónde has estado
todo este mes?
PR�NCIPE ENRIQUE.- A eso llamas hablar como un rey? Toma
ahora mi parte, que yo har� la de mi padre.
FALSTAFF.- Cómo, me depones? Si tienes en la palabra y en el gesto,
solo la mitad de �sta mi gravedad majestuosa, que me cuelguen por los
talones como una piel de conejo en un escaparate de tienda.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Bien, tomo asiento.
FALSTAFF.- Y aqu� estoy de pie; sed jueces, compa�eros.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Y bien, Harry, de dónde ven�s?
65
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar
www.elaleph.com
William Shakespeare donde los libros son gratis
FALSTAFF.- De Eastsheap, mi noble se�or.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Las quejas que oigo contra ti son graves.
FALSTAFF.- Pardiez, milord, son falsas... Ahora vais a ver como
hago zalamero al joven pr�ncipe!
PR�NCIPE ENRIQUE.- Cómo, echas votos, joven imp�o? En adelante
no me mires m�s a la cara. Te has apartado violentamente del camino
de la salvación. Un esp�ritu infernal te posee, bajo la forma de un viejo
gordo; tienes por compa�ero un tonel humano. Porqu� frecuentas ese
ba�l de humores, esa tina de bestialidad, ese hinchado paquete de
hidropes�a, ese enorme barril de vino, esa maleta henchida de
intestinos, ese buey gordo asado con el relleno en el vientre, ese vicio
reverendo, esa iniquidad gris, ese padre rufi�n, esa vanidad vetusta?
Para qu� sirve? Para catar un vino y beb�rselo. Para qu� es �til y apto?
Para trinchar un capón y devor�rselo. En qu� es experto? En tretas y
astucias. En qu� es astuto? En picard�as. En qu� es p�caro? En todo.
En qu� estimable? En nada.
FALSTAFF.- Rogar�a a Vuestra Gracia que me permitiera seguirla. A
qui�n se refiere Vuestra Gracia?
PR�NCIPE ENRIQUE.- A ese canalla abominable, corruptor de la
juventud, Falstaff, ese viejo Sat�n de barba blanca.
FALSTAFF.- Se�or, conozco al hombre.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Le conoces demasiado.
FALSTAFF.- Pero decir que le conozco m�s defectos que a m� mismo,
ser�a decir m�s de lo que s�. Que sea viejo, (y es por ello m�s digno de
l�stima) lo prueba su cabello blanco; pero que sea (salvo vuestro
respeto) dado a p..., lo niego redondamente. Si el vino y los dulces son
pecados, Dios perdone a los pecadores. Si es un pecado ser viejo y
alegre, conozco muchos viejos compa�eros que est�n condenados; si
ser gordo es ser odioso, entonces deben amarse las vacas flacas de
Faraón. No, mi buen se�or: destierra a Peto, destierra a Bardolfo,
destierra a Poins; pero en cuanto al dulce Jack Falstaff, al gentil Jack
Falstaff, al leal Jack Falstaff, al valiente Jack Falstaff, tanto m�s
66
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar
www.elaleph.com
Enrique IV donde los libros son gratis
valiente cuanto que es el viejo Jack Falstaff, no le destierres, no, de la
compa��a de tu Enrique. Desterrar al gordinflón Jack valdr�a desterrar
al mundo entero!
PR�NCIPE ENRIQUE.- Le destierro, as� lo quiero.
(Se oye golpear a la puerta; salen la Posadera, Francis y
Bardolfo)
(Vuelve Bardolfo, corriendo)
BARDOLFO.- Oh, milord, milord! El Sheriff est� ah� fuera con una
patrulla monstruo.
FALSTAFF.- Fuera de aqu�, pillete! Concluyamos la pieza; tengo
mucho que decir en defensa de ese Falstaff.
(Vuelve la Posadera muy aprisa)
POSADERA.- Misericordia! Milord! Milord!
FALSTAFF.- He, he! El diablo cabalga sobre un arco de viol�n! Qu�
es lo que hay?
POSADERA.- Ah� est�n fuera el Sheriff y los guardias; vienen a
registrar la casa. Debo dejarles entrar?
FALSTAFF.- Has o�do, Hal? No debemos tomar nunca una pieza falsa
por una de oro verdadera; eres esencialmente loco, sin parecerlo.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Y t� naturalmente cobarde, sin instinto.
FALSTAFF.- Nego majorem. Si no quieres recibir al Sheriff,
perfectamente; s� quieres, que entre; si no figuro en la �ltima carreta
tan bien como cualquiera, la peste se lleve al que me educó. Espero
que una soga pueda estrangularme tan pronto como a otro.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Anda, oc�ltate detr�s de la cortina; vosotros
dos arriba. Ahora, se�ores m�os, buena cara y buena conciencia.
FALSTAFF.- Ambas cosas pose�a; pero la �poca pasó y por
consiguiente me escondo.
(Salen todos menos el Pr�ncipe y Poins)
PR�NCIPE ENRIQUE- Haz entrar al Sheriff.
(Entran el Sheriff y un Carretero)
Y bien, Sheriff, qu� me quer�is?
67
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar
www.elaleph.com
William Shakespeare donde los libros son gratis
SHERIFF.- Desde luego, que me perdon�is, milord. La grita p�blica
ha seguido ciertos hombres hasta esta casa.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Qu� hombres?
SHERIFF- Uno de ellos es muy conocido, mi gracioso se�or. Un
hombre grueso y gordo.
CARRETERO.- Como un pan de manteca.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Ese hombre os lo aseguro, no est� aqu�; yo
mismo acabo de darle una comisión; pero te doy mi palabra, Sheriff,
que le enviar� ma�ana, antes de comer, a responder ante ti o cualquier
otro, de cualquier cargo que se lo haga. Ahora, permitidme os pida
salg�is de esta casa.
SHERIFF.- Lo har�, milord. Hay aqu� dos se�ores que en este robo
han perdido trescientos marcos.
PR�NCIPE ENRIQUE.- Puede que as� sea. Si ha robado a esos
hombres, �l responder�. Ahora, adiós.
SHERIFF.- Buenas noches, mi noble se�or.
PR�NCIPE ENRIQUE.- O m�s bien buenos d�as, no es as�?
SHERIFF.- Es verdad, milord, porque creo que son ya las dos de la
ma�ana.
(Salen el Sheriff y el Carretero)
PR�NCIPE ENRIQUE.- Este oleaginoso pillo es tan conocido como la
Catedral de San Pablo. Ll�male.
POINS.- (Levanta la cortina que oculta a Falstaff) Falstaff! Est� [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • dancemix1234.keep.pl
  • Drogi uĹźytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.